lunes, 28 de abril de 2008

A p a r i e n c i a


La calma que me envuelve,

de madurez me viste y acompaña,

pero no te engañes,

mi alma está al acecho,

te espera agazapada,

espectante,

si me escucharas,

tan solo para ti habla mi corazón,

si supieras encontrar las palabras perdidas,

los jeroglíficos extraviados,

las marcas en los árboles,

si guiado por el susurro del viento,

quisieras seguir mis pasos,

no te sería dificil,

en lo profundo de un sueño estoy.