Como un torbellino de impulsos

incapaces de contener,

confundido entre la razón

y el fuego del alma,

incontrolable deseo,

locura inconfesable.

Rescatado de esta condena,

de este exilio,

vuelo este amanecer hacia ti,

a través de los bosques

de mi mente.

Quiero mojarme de ti,

empaparme de tu lluvia,

caminar sobre el mar,

bailar entre las nubes

y silenciosamente,

captar cada susurro de tu alma,

fijar en mi mente,

cada instante de tu mirada,

cubrir tu cuerpo de oro fino,

ungirlo con mirra y alóe,

Y después,

recorrerlo hasta lo más profundo

de tu ser,

Enloquecer en la oscuridad

Y sin miedo a esta locura ancestral,

amarte hasta el ocaso.

Nada hay más dulce que el amor: Las demás alegrías son secundarias.

Y no hay amor sin placer

Y tampoco sin dolor.

Muerto quisiera estar cuando ya no me importe el amor,

Ni la pasión furtiva, ni la cama,

Ni los placeres dulces como la miel.

Pues sin amor ni placer

¿ que vida de mortal, que encumbramiento

resulta deseable ?.

Desprovista de aquellos, no mueve a envidia

la eternidad siquiera de los dioses.

Crinágoras, poeta griego.

¡ Feliz San Valentín a todos !